sábado, 17 de mayo de 2014

Y, ¿cómo es que el movimiento se transmite?

En todas las máquinas en las que se produce un cambio en el tipo de movimiento de entrada y de salida, tiene que haber alguna clase de mecanismo de transformación. Esto es lo que ocurre precisamente en los motores, ya que pasamos de movimientos circulares a lineales y viceversa.
En un coche, encontramos los siguiente mecanismo de transformación:
  • La leva, que permite obtener un movimiento alternativo a partir de uno circular. Se usa para la apertura y cierre de las válvulas, puesto que así se consigue que todas las válvulas de todos los cilindros del motor se abran y cierren siguiendo una secuencia periódica perfectamente sincronizada con el resto de elementos del motor. Es por esto que todas las levas van montadas sobre el llamado árbol de levas.
 

  • La biela-manivela es el mecanismo empleado para transmitir el movimiento del pistón a las ruedas, ya que, a diferencia de la leva, si que funciona inversamente: puede transmitir tanto el movimiento circular del cigüeñal al alternativo de la biela, como el de la biela al cigüeñal. Ésto es indispensable para que se produzca el mecanismo de transformación de las ruedas, porque tiene que ser recíproco. Lo que ocurre es que el movimiento lineal de los pistones dentro de los cilindros se transmite a las bielas y se transforma en un movimiento rotatorio del cigüeñal que, a su vez, se transmite a las ruedas. Podemos considerar entonces el conjunto de pistones, bielas y cigüeñales como una serie de mecanismos que funcionan de forma simultánea y sincronizada.



  • El sistema de transmisión, que consigue variar la relación de transmisión entre el cigüeñal y las ruedas. Es indispensable porque el rango de revoluciones es muy pequeño, con lo que hay que subirlo si las circunstancias lo reclaman. Así, según como intervenga la relación de transmisión, el eje de salida de la caja de velocidades (controla las marchas) girará a más, menos o las mismas revoluciones que el cigüeña. Esta caja de velocidades es pues, la encargada de aumentar, mantener o disminuir la relación de transmisión entre el cigüeñal y las ruedas en función de las necesidades, con la finalidad de aprovechar al máximo la potencia del motor. Al final, la función de la caja de cambios es tratar de aumentar la fuerza que el motor ejerce sobre las resistencias que encuentra sin que se vea sometido a excesivas revoluciones. Normalmente, las cajas de cambios son manuales y son accionadas mediante una palanca de cambios, que mueve los ejes y piñones para la transmisión del movimiento y selecciona la posición correcta (la marcha adecuada). Ahora bien, no podemos cambiar la transmisión si el giro del motor y la caja de cambios están juntas. Hay que acoplarlas y desacoplarlas mediante el embrague de forma suave y progresiva para que no se produzcan tirones ni roturas en el sistema de transmisión.
  • El sistema de correas se encarga de realizar dos tareas: controla las válvulas por medio de una correa dentada y varios engranajes que transmiten el movimiento radial del cigüeñal al árbol de levas, como expliqué en el punto del sistema de la biela. Es la manera de garantizar que exista una sincronización perfecta entre el movimiento del pistón y la distribución de las válvulas. La segunda función que realiza es auxiliar y sirve para el accionamiento de equipos accesoriales (alternador, compresor del aire acondicionado...). En este caso, se usan una correa lisa y múltiples poleas.
CORREAS LISAS Y POLEAS
CORREAS DENTADAS Y ENGRANAJES



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