miércoles, 12 de marzo de 2014

El Transistor Ω

Como ya dije en entradas anteriores, el transistor se encarga de amplificar una señal eléctrica que es débil. Está formado por materiales semiconductores, normalmente de silicio.
A efectos moleculares, el silicio, que presenta 4 electrones en su capa de valencia, se une con los demás silicios para conseguir 8 electrones y, por tanto, la estabilidad. Lo que ocurre es que finalmente todos los silicios de la red obtienen 8 electrones en su capa de valencia y, al no necesitar más, la placa de silicio se vuelve un material no conductor. Lo que se puede hacer es dopar el elemento, es decir, poner otro elemento en lugar del silicio en algún punto de la red. Normalmente se utiliza el boro, el cual tiene 3 electrones en su capa de valencia, lo que dará lugar a que en uno de los electrones quede un hueco y su carga se vuelva positiva. De esta manera, un electrón puede pasar y moverse por el hueco. También puede doparse con el fósforo aunque, al tener éste 5 electrones en su capa de valencia, permitirá que un electrón pueda irse hacia otro lado y tengamos una carga negativa.
Según la disposición de las zonas del transistor, hay dos tipos distintos del mismo:

  • El NPN, cuyos cristales son de tipo negativo-positivo-negativo. Los electrones que entran por P cubren los huecos y abren un camino para que pase la señal eléctrica que viene por N
  • El PNP, con cristales positivo-negativo-positivo. Los electrones que entran por N abren un hueco entre P y P y pasa la señal eléctrica que viene de uno de los cristales P.



En los transistores, por una de los cristales llega una señal eléctrica débil que se va a ver amplificada por la otra señal más grande que llega desde otro cristal.
Los transistores están presentes en casi todos los aparatos eléctricos actuales.





No hay comentarios:

Publicar un comentario